Los televisores inteligentes han revolucionado la manera en la que consumimos contenido audiovisual en nuestros hogares. Estos dispositivos, también conocidos como Smart TVs, se caracterizan por contar con una serie de funcionalidades que los hacen mucho más versátiles que los televisores convencionales. Sin embargo, aunque les llamamos televisores “inteligentes”, ¿qué tan inteligentes son realmente?
Para responder a esta pregunta, lo primero que hay que entender es qué es lo que hace que un televisor sea considerado como inteligente. En términos generales, los Smart TVs son televisores que cuentan con conexión a internet y que tienen la capacidad de ejecutar aplicaciones y servicios en línea. Gracias a esto, podemos acceder a plataformas de streaming de contenido (como Netflix, Hulu o Amazon Prime), redes sociales, navegadores web, juegos y muchas otras funciones que antes eran impensables en un televisor.
Por una parte, es cierto que los televisores inteligentes actuales son increíblemente versátiles y tienen una gran cantidad de funcionalidades. Muchos de ellos cuentan, por ejemplo, con asistentes virtuales como Alexa o Google Assistant, que nos permiten controlar el televisor con nuestra voz y realizar búsquedas en línea. También pueden conectarse a redes WiFi, lo que nos permite compartir contenido desde nuestros smartphones o tabletas. En general, la mayoría de los Smart TVs son capaces de realizar una gran cantidad de tareas que antes estaban limitadas a dispositivos como los ordenadores o los smartphones.
Por otra parte, sin embargo, también es cierto que todavía hay ciertas limitaciones en los televisores inteligentes actuales que hacen que no sean tan inteligentes como podríamos esperar. En primer lugar, muchos fabricantes todavía no ofrecen actualizaciones de software de manera regular, lo que hace que nuestros dispositivos no siempre estén al día en cuanto a seguridad o rendimiento. Además, algunas de las aplicaciones o servicios en línea que podemos utilizar en un Smart TV pueden no estar disponibles en todos los países o regiones, lo cual limita su uso.
Otro factor a tener en cuenta es que los televisores inteligentes actuales no son aún capaces de sustituir por completo a los ordenadores o los smartphones. Si bien podemos hacer muchas de las mismas cosas en un televisor inteligente que en un ordenador, como escribir correos electrónicos o navegar por la red, la experiencia en un Smart TV todavía puede ser menos intuitiva o cómoda que en otros dispositivos. Además, los televisores inteligentes todavía no cuentan con todas las aplicaciones y programas que podemos utilizar en un ordenador, lo cual puede hacer que no sean la mejor opción para algunas tareas específicas.
En resumen, los televisores inteligentes actuales son una gran herramienta que nos permite hacer una gran cantidad de tareas que antes eran impensables en un televisor convencional. Sin embargo, todavía hay ciertas limitaciones que hacen que no sean tan inteligentes como podríamos esperar, y que los hacen menos adecuados para ciertas tareas. Por lo tanto, si estás pensando en adquirir un Smart TV, es importante que tengas en cuenta estos factores y elijas un modelo que se ajuste a tus necesidades y preferencias.